Hasta hace unos años, el turismo giraba en torno a los mismos destinos de siempre: playas saturadas, ciudades icónicas, atracciones que aparecen en cada guía. Pero hoy el mapa del viajero cambió. Y si tú eres prestador de servicios turísticos o guía local, esto representa una oportunidad única.
Los datos son claros: más del 70 % de los viajeros globales buscan experiencias auténticas, que los conecten con la cultura, la naturaleza y lo local (Booking.com, 2024). No se trata solo de “vacacionar”, sino de vivir algo distinto. En este artículo te contamos cómo aprovechar esta tendencia si ofreces un destino poco conocido, una ruta alternativa o una experiencia original.
1. ¿Por qué los viajeros están eligiendo lo no masivo?
-Saturación de destinos clásicos:
Lugares como Cancún, Machu Picchu, Cartagena o Bariloche siguen atrayendo multitudes, pero muchas personas ya los visitaron o los ven como “lo de siempre”. Quieren evitar las filas, los precios altos y el turismo superficial.
-Conciencia ambiental y social:
Cada vez más personas viajan con intención. Quieren apoyar economías locales, respetar el entorno y tener un impacto positivo con su visita. Esto los lleva a elegir propuestas más pequeñas, comunitarias o sustentables.
-Curiosidad por lo genuino:
Desde comer con una familia en un pueblo del altiplano hasta caminar por senderos guiados por lugareños, el nuevo viajero busca experiencias reales, no empaquetadas. Y tú, que conoces tu territorio como nadie, podés ofrecérselas.
2. ¿Qué tipo de experiencias están buscando?
En toda América Latina hay destinos que no están en las listas de “top 10”, pero que tienen un potencial enorme si se presentan bien. Algunos ejemplos que ya están captando atención:
-Comunidades rurales en zonas selváticas o montañosas, que ofrecen caminatas, talleres de cocina, cerámica o medicina natural.
-Rutas del vino alternativas, como las de Salta (Argentina), Coahuila (México) o el sur de Bolivia.
-Parajes poco intervenidos, donde hay trekking, observación de aves o senderismo interpretativo.
-Festividades locales auténticas, no orientadas al turismo, pero que permiten una inmersión real en la cultura.
-Experiencias de campo o estancias, con conexión directa a la tierra, animales, gastronomía y tradiciones.
No se trata de competir con las grandes ciudades. Se trata de ofrecer algo que los viajeros no van a encontrar en ningún otro lado.
3. ¿Qué necesitan estos prestadores para crecer?
El problema no es la falta de atractivo. Es la falta de visibilidad y herramientas digitales para mostrarlo y venderlo.
Muchos prestadores turísticos en destinos no masivos:
- No tienen un sitio web actualizado o con buen diseño.
- Venden por WhatsApp, pero sin catálogo ni proceso claro.
- Dependen de intermediarios o agencias que les cobran comisiones altas.
- No pueden recibir pagos en línea de manera automatizada.
¿Te suena familiar? Por eso es clave contar con una plataforma que te permita tener tu propia tienda digital, mostrar tus productos con fotos, precios y calendario, y recibir reservas en cualquier horario, desde cualquier lugar.
4. ¿Cómo destacarte si tu propuesta es única?
-Invertí en buenas fotos
Las imágenes venden. Aunque tu lugar sea remoto, buscá mostrarlo con calidad. Si no puedes contratar un fotógrafo, usá herramientas como Canva o editores gratuitos para mejorar las imágenes.
-Contá la historia detrás de tu experiencia
¿Quién la guía? ¿Por qué ese lugar es especial? ¿Qué detalles lo hacen distinto? Las personas se conectan con los relatos, no solo con los servicios.
-Pedí testimonios y reseñas
Aunque sea una experiencia nueva, una buena reseña vale más que cualquier anuncio. Incentivá a tus primeros clientes a dejar una opinión y compartila en tus canales.
-Facilitá la reserva
No obligues al viajero a escribirte diez mensajes para saber el precio. Mostrá tu oferta con claridad, integrá medios de pago y simplificá el proceso. La mayoría de las reservas hoy se hacen desde el celular.
5. El momento es ahora
La gran ventaja de los destinos no masivos es que todavía tienen tiempo para hacer las cosas bien. No necesitan convertirse en un destino turístico tradicional, sino en un destino deseado por el nuevo tipo de viajero: consciente, curioso y conectado.
Si ofreces algo diferente, no dejes que la falta de herramientas digitales te frene. Hay formas simples de empezar a mostrar tu propuesta al mundo.
Y recordá: lo auténtico, cuando está bien contado y bien presentado, se vuelve irresistible.