Ya no basta con tener un buen recorrido. Hoy, lo que marca la diferencia es cómo se entrega esa experiencia y qué tanto conecta con las expectativas reales de los viajeros. En 2025, los turistas son más digitales, más conscientes y más exigentes.
Este artículo no se trata de seguir modas pasajeras, sino de entender tendencias profundas que están transformando el turismo, y cómo los prestadores locales pueden aprovecharlas para destacar.
1. Experiencias personalizadas y flexibles
La rigidez quedó atrás. Hoy, los viajeros valoran poder adaptar la experiencia a su estilo, sus tiempos o incluso a sus necesidades físicas o culturales.
- Según Booking.com, el 71 % de los turistas globales busca opciones que puedan personalizarse antes de confirmar la reserva.
- Esto incluye: elegir el horario, sumar o quitar actividades, adaptar la dificultad o incluso proponer un punto de encuentro diferente.
¿Qué significa esto para ti como prestador?
Mostrar con claridad qué aspectos de tu experiencia se pueden ajustar (y cuáles no) te convierte en una opción más atractiva. Además, da sensación de cuidado y atención al detalle.
Ejemplos prácticos:
- ¿Tu recorrido admite opciones veganas? Menciónalo.
- ¿El grupo puede ser privado o semiprivado? Ponlo visible.
- ¿Se puede agregar transporte? ¡Indícalo desde el catálogo!
No se trata de modificar todo, sino de visibilizar la flexibilidad que ya ofreces.
2. Turismo con valores: autenticidad, cultura y propósito
Más del 80 % de los viajeros declara que prefiere contratar servicios de empresas que demuestren un compromiso real con el entorno, según estudios de Expedia Group (2024).
Esto incluye:
- Priorizar proveedores locales (comida, guías, transporte).
- Respetar tradiciones y costumbres del destino.
- Minimizar el impacto ambiental.
- Apoyar causas comunitarias o de accesibilidad.
Este perfil de viajero no solo quiere ver un lugar bonito. Quiere entenderlo, vivirlo y dejar una huella positiva.
Como prestador turístico, comunicar esto de forma honesta y clara te posiciona mejor frente a las grandes plataformas. No basta con hacerlo bien: tenés que contarlo bien.
Sugerencias para visibilizar tu valor:
- Crea una sección en tu sitio que explique cómo se arma tu experiencia.
- Usa íconos visuales que reflejen tu impacto positivo.
- Incluye testimonios reales sobre tu relación con el entorno o las comunidades.
3. Expectativas digitales: eficiencia, claridad y confirmación inmediata
Una buena experiencia de compra es parte de la experiencia total del viaje.
Estudios de Statista (2024) indican que:
- El 65 % de las reservas turísticas globales se hacen 100 % online.
- El 35 % se realiza desde el celular, muchas veces en el mismo destino.
Hoy, los viajeros esperan poder:
- Ver tu experiencia claramente presentada (qué incluye, cuánto cuesta, cuánto dura).
- Reservar y pagar en menos de 5 clics.
- Recibir un email o WhatsApp de confirmación inmediata, con toda la información clave.
Si no pueden hacerlo en tu tienda online, lo harán en la de alguien más.
Eso no significa volverse una gran agencia, sino organizar tu operación con herramientas simples que automaticen los procesos y den confianza desde el primer clic.
4. ¿Qué oportunidades hay para los prestadores locales?
Lejos de ser una amenaza, estos cambios representan una gran oportunidad para prestadores pequeños o independientes. ¿Por qué?
Porque:
- Tienen contacto directo con los territorios y las personas.
- Pueden ofrecer experiencias únicas y personalizadas, lejos del turismo masivo.
- Tienen más margen para adaptarse y probar cosas nuevas.
Pero para aprovechar esa ventaja, es clave:
- Actualizar el lenguaje y formato de tu oferta.
- Mejorar tu presencia digital (aunque sea con pocos recursos).
- Conocer a tu cliente ideal y anticiparte a sus expectativas.
Adaptarse no es cambiar lo que hacés, sino cómo lo mostrás.
El nuevo viajero ya no es el de hace cinco años. Valora otras cosas, elige con más criterio y tiene más herramientas para comparar.
No quiere solo un tour, quiere una experiencia relevante, que lo represente y lo transforme.